Muchas veces he pensado que el año debería comenzar en septiembre.
Pues sí, otra de mis raras reflexiones. Pero esperar a leer mis razones, y al final puede que no os resulte tan extraño.
Septiembre supone una vuelta, volvemos de un período amable, de un largo y perezoso verano. La canícula trae consigo un paréntesis en nuestras vidas. Ese calor que invita a dejarlo todo, a adormecerse en una siesta infinita. A disfrutar de refrescos y refrescantes baños al aire libre, bien en el mar, bien en la montaña o en urbanas piscinas. Vivimos de puertas afuera, en las calles, parques o paseos, porque los días son casi eternos, igualan o superan a las noches en horas de luz, y flota en el aire ese aroma de felicidad despreocupada.
Y aproximadamente a mediados de septiembre se produce un shok una ruptura. El tiempo cambia, no en vano el día 21 comienza el otoño. Los niños vuelven a la escuela, y lo que se gana en tranquilidad, se pierde en economía. Porque la tan traída y lleva “cuesta de enero”, no tiene nada que envidiar a esta cuesta de septiembre. Además no son solo los gastos escolares, a veces suben también precios de otros productos.
Y es también comienzo de nuevas etapas, nuevos cursos, nuevas colecciones de todo tipo, nuevas visitas a los gimnasios y recuperación de hábitos que se relajaron en el estío.
Es época de reencuentros con compañeros de trabajo, y relaciones amistosas y familiares, que quedaron en compás de espera en beneficio de otros nuevos conocimientos que se hacen en los viajes que propicia el buen tiempo y el relajo vacacional.
Tal es el cambio que se avecina, que como pieza visible, renovamos hasta el vestuario, aprovechando que cambiamos de estación, y casi convendría más ahora la famosa frase de Año Nuevo, vida nueva.
Quizá esta creencia mía de que el año debería empezar en septiembre y no en enero, habría que buscarla en mis orígenes, quizá tengo ascendencia francesa, y más concretamente de cierta revolución, esa de 1789.
Eugéne Delacroix, “La Libertad guiando al Pueblo”. Óleo sobre tela, 1830
Porque aquellos republicanos franceses debían estar algo de acuerdo con mis apreciaciones, pero con un par de siglos largos de antelación. Ellos propusieron y aceptaron un calendario revolucionario en el que el año comenzaba el 22 de septiembre, coincidiendo con el equinoccio de otoño. En él los meses también tenían otros nombres, un tanto pintorescos:
Otoño : Vendémiaire, Brumaire , Frimaire
Invierno: Nivôse, Pluviôse, Ventôse
Primavera: Germinal, Floréal, Prairial
Verano: Messidor, Thermidor, Fructidor
Así pues y resumiendo, no me queda más que desearos un feliz …otoño nuevo.
Asun ©9 de septiembre de 2013
Totalmente de acuerdo, Asun, y además el invierno tendría que ser o corto o suave. Estos del 89 sabían de qué iba la cosa, y la Europa de entonces se los cargó. En España ganamos la única guerra que tendríamos que perder.
ResponderEliminarUn beso
Juan M
Bueno no hay que tomarlo tan a la tremenda, digamos que vivimos el tiempo que nos ha tocado y del pasado poco podemos cambiar ya.
EliminarAsí que miremos al futuro y lo dicho Feliz otoño Nuevo.
Besos
Marta gracias, sabes que puedes decirme siempre lo que creas que debo mejorar o que a ti se sonaría mejor.
ResponderEliminarPor ello estoy mas que contenta con que apruebes mi reflexión, tanto en contenido como en forma.
Besos
Para muchos el año empieza en septiembre, empieza el curso escolar y el calendario para muchas empresas se rige por este mes, especialmente cuando hablamos de servicios. Así que la tuya es una idea que algunos ya adoptaron, falta que lo hagan el resto jeje. Un abrazo
ResponderEliminarPues sí parece que implícitamente el año o la actividad empieza en Septiembre, sin duda el mes de la vuelta por excelencia.
EliminarUn abrazo.
Septiembre, siempre será septiembre. Lo miremos como lo miremos. Con sus vueltas al cole, sus colecciones por fascículos que casi nadie completa, pero también con noches en las que ya podemos dormir mejor. No todo iba a ser malo ¿no?. Feliz septiembre y octubre... y así hasta otro septiembre más.
ResponderEliminarP.D. La canción, deliciosa.
Besos.
Si querido Luismi, septiembre trae nuevas espectativas, nos reincorporamos a las rutinas, pero nunca será el primer mes del año.
EliminarMe alegro de verte de vuelta.
Un abrazo grande.
Muy interesante tu blog, esta entrada me ha encantado tambien, muchas gracias por dejarme tu huellita en mi blog,
ResponderEliminarnos estamos leyendo.
Un cálido abrazo.
Karla me alegré mucho de leerte de nuevo, así pues espero que no nos perdamos la pista.
EliminarUn beso grande.
Buenas reflexiones, como siempre un gusto leerte, querida amiga.
ResponderEliminarBesos dulces.
Gracias Gabriel, tu sabes que tenerte como amigo es de lo mejor que atesoro.
EliminarBesos
Está muy bien argumentado el tema,aunque para mí el otoño es sintoma de tristeza ya que la naturaleza pierde vida.
ResponderEliminarMe alegro mucho leerte, siempre se aprende de los demás.
Besos.
Puri
Pues no debe ser así, es solo un cambio. Lo digo para animarme yo misma, porque es verdad que soy de las que necesito la luminosidad de nuestro sol para enfrentar los días.
EliminarBesos
Buena reflexión Asun.
ResponderEliminarAunque el año "teorico" empieza en Enero, solemos tener el hito de septiembre como comienzo de una nueva temporada, ya sea en colegio de los niños, cursos, deportes; incluso los medios de comunicacion, los dirigentes politicos, etc, adaptan en parte su trabajo a esas "temporadas", por lo que me parece al menos "logica" esa propuesta para comenzar el año en septiembre; ademas, que mejor mes, el de mi cumpleaños, para iniciar el año en cuestión.
Un saludo.
Ah!! pues Felicidades, cumplir años es siempre una alegría, y no solo por los regalitos, que espero tengas muchos.
EliminarBesos
Hola Asun!
ResponderEliminarEstoy contigo,en Septiembre debería empezar el año y "la cuesta de enero".Este mes viniendo de las vacaciones, se tiene menos en las arcas y no hay otra que gastar para el nuevo curso y las actividades varias que nos apuntamos.
Bueno,espero que sea un otoño muy feliz y muchas gracias por tu visita.
abrazos
Al final vamos a ser muchos los que opinamos así.
EliminarEspero que el otoño sea tan feliz como lo está siendo todo este año.
Y te deseo lo mismo a ti.
Besos
¡Gracias! Necesito que se cumpla tu deseo, el otoño no me gusta nada y el verano es un espejismo.
ResponderEliminarEn todo caso, me gustaría más esta inminente época si viviese en el campo y del campo, porque entonces es tiempo de descanso, las largas noches y el tiempo frío invitan a estar en casa cocinando, leyendo, durmiendo...
Un abrazo.
Que sí, que va a ser muy feliz, date cuenta que estar muy ocupados quiere decir lo primero y más importante, que estamos vivos y tenemos muchos proyectos por llevar a cabo.
EliminarY si echas de menos el sol te vienes y te das una vueltecita por Madrid, que aquí parece que hemos vuelto al mes de julio.
Y no creas, el campo es muy bucólico, pero sobre todo tu, echarías de menos esos pitidos mañaneros y esas emisiones de los tubos de escape...
Un abrazo, y a dormir....
Muchas gracias por los ánimos, la hospitalidad y tu cariñoso comentario.
EliminarAh, y aquí el otoño ha empezado muy bien, como un espléndido y suave día de verano.
Un abrazo.
Pues feliz otoño!
ResponderEliminarIgualmente Penny, el tuyo en Alemania un poco mas fresquito, pero igualmente bueno.
EliminarBesos.
Por supuesto que el año empieza en septiembre. Nuevos propositos, nuevos proyectos, pero a mí el otoño me deprime, a pesar del cansancio del verano bullicioso y desordenado, veo el otoño como un final, esa falta de sol, de luz, me da mucha pena. Pero este otoño no me voy a deprimir, haré caso a tu deseo y seré más feliz.
ResponderEliminarUn beso
Marina
Por supuesto que el año empieza en septiembre. Nuevos propositos, nuevos proyectos, pero a mí el otoño me deprime, a pesar del cansancio del verano bullicioso y desordenado, veo el otoño como un final, esa falta de sol, de luz, me da mucha pena. Pero este otoño no me voy a deprimir, haré caso a tu deseo y seré más feliz.
ResponderEliminarUn beso
Marina
Marina, me alegro de que te lo tomes así. La falta de luz (no de tu hermana) de estos días nos afecta a todos, pero la supliremos con otro optimismo, la de los reencuentros.
EliminarSuper Besos