— ¿Te gusta leer? A mí me encanta.
— Si, me leo todo, cualquier cosa que caiga en mis manos.
Era cierto, estaba ojeando el
primer libro que cayó en mis manos, todo por acercarme a ella. Pero no
recordaba cuál era el último libro que había empezado, y menos cuál fui capaz
de leer entero.
— ¿Conoces a Alex Darío?
No respondí inmediatamente, decir
que sí era arriesgado, pero no podía decir que no.
— Si claro.
— ¿A que no es para tanto?
— No, claro que no, es de lo más normal.
— ¿Tu crees? Pues ya ves las ventas que tiene.
— Precisamente lo comercial no tiene nada de literario.
— Puede ser, quizá ha aprovechado el tirón de la literatura fantástica
juvenil.
— Sin duda, ahora los jóvenes leen cualquier cosa, con tal de que
transcurra en un mundo de fantasía y romanticismo, y no digamos si intervienen
varitas mágicas.
— O colmillos. Pero Alex, aún ha ido más allá.
— Si, basura todo. Y lo de Alex
igual, sin remedio.
Admiré lo bien que estaba
quedando, inventando mis respuestas.
— Oye, me tengo que ir. Me ha gustado hablar contigo, ¿te llamas?
— Pablo Gómez ¿y tú?
— Alexandra, pero me conoce casi todo el mundo por Alex, Alex Darío.
Asun®3 de abril de 2014