Hoy quiero hacer desde aquí un
reconocimiento. Espero y creo que ellos tendrán muchos y merecidos reconocimientos,
pero desde aquí les demuestro mi admiración y mi cariño por lo que me han hecho
sentir.
Estoy hablando de los deportistas
paralímpicos, de todos los países, pero claro, al ser yo española, tengo un poquito
más cerca a los míos, los de España.
Y además porque he tenido la suerte de
verlos a todos, tan jóvenes, tan guapos, tan llenos de vida, y por su puesto
tan orgullosos, y hasta he tenido en mis manos alguna de sus medallas.
¡Qué sensación!, lo primero decir
que son bastante pesadas, literalmente, pesan casi medio Kilo cada una, y
tienen un buen tamaño. Nada que ver con esas que tenemos en casa, que hemos
ganado en alguna carrera popular, o en las fiestas de nuestro pueblo.
Nada que ver, estas eran de verdad, las
auténticas, las que hemos visto ganar con tanto esfuerzo y con tanta emoción,
con lágrimas en los ojos, ellos porque ven una recompensa a tanto entrenamiento
y superación de dificultades. Y lágrimas mías, porque sin poder evitarlo me
emociono al sentir que la vida siempre merece la pena, seamos como seamos, cada
uno con sus diferentes capacidades, todos tenemos un sitio.
Y estos jóvenes lo tienen en lo más alto
del podio, pero no solo de los podios olímpicos sino del podio de su vida.
¡¡ Un fuerte aplauso para
vosotros!!