Se despertó un poco agitada.
Hacía varios días que no dormía bien. Su doble juego empezaba a pasarle
factura. Cada vez tenía más claro que debía tomar una decisión. Madrid o
Barcelona.
Fiel esposa en Madrid o pasional amante
de Paco, el director del banco, en Barcelona.
Abrió los ojos, umm la lamparita de
la mesilla de noche, la de Gaudí que tanto le gustaba, le dijo que estaba en Barcelona, pero juraría
que era sábado y la noche anterior había volado a Madrid…
Miró la hora, las 10, ¿las 10?
Oyó el ruido de la ducha en el baño.
- ¡Paco! ¡Paco! Que son las 10, que nos hemos dormido, que teníamos que
estar ya en el banco!!
El ruido del agua cesó, la puerta
del baño se abrió y su marido apareció con cara de no entender lo que acababa
de oír.
- ¿Qué has dicho?
- Eres tu… estoy en Madrid…pero, explícame, la lámpara de la mesita…
Su marido no podía creer lo que
oía, su mujer estaba a punto de confesar un adulterio, y solo se le ocurría pedir explicaciones sobre
las nuevas lámparas de la mesilla de noche.
AsunBH® 19 de enero de 2013