Este verano de 2012 ha sido así para mí, extraño y diferente.
Diferetne porque ha sido el primero que he estado sin mi hija, y estar
sin mi hija ha sido extaño, extrañísimo.
En este
verano en el que cada día aumenta el número de personas desempleadas y
la famosa prima, se empeña en ser mas de "riesgo" que nunca, mi hija se
ha empeñado en trabajar. Y como casi todo lo que se propone, lo
consigue, porque lo hace a conciencia, haciendo gala de su preparación y
responsabilidad. Por su sentido de responsabilidad, pensó que si las
tasas universitarias subían casi el doble en el próximo curso, ella no
podía quedarse de brazos cruzados ante el doble esfuerzo que sería para
nosotros, sus padres. Bueno eso y que este año tiene el famoso viaje del
paso del ecuador, el que tradicionalmente se hace cuando se ha pasado
de la mitad de la carrera.
Y aquí estamos en la playa como todos los años, con un mes por delante y sin la niña.
Pero no es como todos los años, no es la misma casa ni la misma playa.
En la casa hay una puerta, la de su habitación, que si está cerrada
ofrece una extaña visión, y si está abierta la ofrece aún peor, se ve el
vacío, se toca el silencio.
Y la playa no es la
misma tampoco, no es el mismo agua, no es su sal, ni su transparencia,
no son sus espumosas olas incansables en su ir y venir, dejando a
nuestros pies un rastro de blanco merengue, como si del borde de un
pastel se tratara.
Y no es el mismo viento, brisa
suave que quiere acariciarte y envolverte en su frescor húmedo, y peina
nuestros cabellos haciéndolos ondear delicadamente.
Ni siquiera es el mismo sol, tan claro, amaneciendo como una bolita
anaranjada, y llenando de color elhorizonte en una explosión de vida,
como si todos los días fueran el primero, y fuera la primera vez que el
mar se viste de azules, y las nubes de blancos y a la arena le presta
una suavidad especial, cuando la deja libre de la humedad de la noche,
tan seca y suelta como los finos polvos de talco, cediendo bajo nuestros
pies.
Pero nada es lo mismo, porque en el agua no
juegan sus brazos al nadar, en brazadas suaves, mientras su rostro se
hunde y vuelve a salir, respirando acompasadamente, deslizándose,
arañando apenas la superficie del mar.
No es lo
mismo el viento, porque entre los cabellos que juega a enredar no están
los suyos, que se volvían cada día más dorados, en contraste con su
piel, cada día mas morena.
Y el sol no pone reflejos en sus ojos, para pasar un tono de verde a otro, y dejarlos casi transparentes.
Y la arena espera atrapar una huella conocida, pero que no va a llegar
este año, porque su figura no se dibuja cada mañana en su correr por la
orilla, en un ejercicio breve y elegante.
Nada es igual este verano, tan diferente y extraño.
Asun 14 de Agosto de 2012
mi música
Algo sobre mi
Algo sobre mi:
En lo que yo soy ahora han influido tanto las circunstancias de mi vida, como las personas que han desfilado por ella.
Entre las personas, los primeros mis padres. Mi padre, que por desgracia ya no vive, es la persona más honrada, justa y responsable que he conocido. Parece un tópico, sobre todo porque ya no esta, pero es la realidad, jamás le vi apartarse de lo que era correcto y repito honrado.
Mi madre, pues parecida a mi padre, una persona íntegra y con infinito espíritu de sacrificio hacia los demás y una sensatez y sensibilidad que hace que sea imprescindible pilar de la familia.
Mis hermanos, cuatro, todos chicos, bueno como es normal tenemos nuestros mas y nuestros menos, pero en general nunca llegó la sangre al río y sé que detrás de mi están todos, los cuatro para recogerme si caigo. Y lo mismo para cada uno, siempre estamos, incluso antes de que se nos llame.
Y una tía que es casi mi segunda madre.
Y después mis amigas, las que conservo desde que tenía 11 meses (si, meses) que fue cuando llegamos al barrio de Madrid, allá por los años... me cuesta decir mi edad, no es que me sienta mayor, pero si digo la edad lo voy a parecer.
Y ya solo quedaría nombrar el resto de personas que he ido conociendo y que casi todas han sido buenas y han dejado una imborrable huella dentro de mi. (las menos buenas también dejaron huella, por desgracia)
Me queda por mencionar a mi propia familia, quiero decir la que creé yo misma junto a mi marido, y se compone, de momento de él y mis dos hijos. Digo de momento porque ellos están ya en edad de empezar a vivir su propia vida,el mayor hace tiempo que la comparte con alguien, aunque todavía vive en casa con nosotros y la pequeña ya tiene también un proyecto (y que pena me da que se hagan tan mayores). Pero todo forma parte de un ciclo, que es el de nuestra existencia.
Y a esto añadiremos lo que tengo propiamente mío, que algo habrá también, aunque soy bastante simple e influenciable, con lo cual me acoplo a casi todas las situaciones y no me ha ido mal de esta manera.
Si habéis aguantado este pequeño tostón y os quedan ganas podéis leer algo de lo que escribo, que es como yo sencillo y simple.
En lo que yo soy ahora han influido tanto las circunstancias de mi vida, como las personas que han desfilado por ella.
Entre las personas, los primeros mis padres. Mi padre, que por desgracia ya no vive, es la persona más honrada, justa y responsable que he conocido. Parece un tópico, sobre todo porque ya no esta, pero es la realidad, jamás le vi apartarse de lo que era correcto y repito honrado.
Mi madre, pues parecida a mi padre, una persona íntegra y con infinito espíritu de sacrificio hacia los demás y una sensatez y sensibilidad que hace que sea imprescindible pilar de la familia.
Mis hermanos, cuatro, todos chicos, bueno como es normal tenemos nuestros mas y nuestros menos, pero en general nunca llegó la sangre al río y sé que detrás de mi están todos, los cuatro para recogerme si caigo. Y lo mismo para cada uno, siempre estamos, incluso antes de que se nos llame.
Y una tía que es casi mi segunda madre.
Y después mis amigas, las que conservo desde que tenía 11 meses (si, meses) que fue cuando llegamos al barrio de Madrid, allá por los años... me cuesta decir mi edad, no es que me sienta mayor, pero si digo la edad lo voy a parecer.
Y ya solo quedaría nombrar el resto de personas que he ido conociendo y que casi todas han sido buenas y han dejado una imborrable huella dentro de mi. (las menos buenas también dejaron huella, por desgracia)
Me queda por mencionar a mi propia familia, quiero decir la que creé yo misma junto a mi marido, y se compone, de momento de él y mis dos hijos. Digo de momento porque ellos están ya en edad de empezar a vivir su propia vida,el mayor hace tiempo que la comparte con alguien, aunque todavía vive en casa con nosotros y la pequeña ya tiene también un proyecto (y que pena me da que se hagan tan mayores). Pero todo forma parte de un ciclo, que es el de nuestra existencia.
Y a esto añadiremos lo que tengo propiamente mío, que algo habrá también, aunque soy bastante simple e influenciable, con lo cual me acoplo a casi todas las situaciones y no me ha ido mal de esta manera.
Si habéis aguantado este pequeño tostón y os quedan ganas podéis leer algo de lo que escribo, que es como yo sencillo y simple.
Me habéis visitado todas esta veces...
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Hola mi querida Asun, por aquí también te echábamos mucho de menos y me alegra saber de ti. En cierta forma también vivimos un verano lleno de nostalgia, pero así es la vida. Nuestros hijos tienen que aprender a volar para que el día de mañana tengan unas alas fuertes que les permitan hacerlo fuera del nido.
ResponderEliminarTambién tengo dos hijos y este es el primer verano que no están con nosotros. El mayor ya hace un par de años que trabaja y vive en Madrid con su novia; y solo pueden venir algún fin de semana. Y el pequeño esta pasando unas semanas en Fuengirola en la casa de la novia.
Para Septiembre también me espera una larga y diferente etapa porque el mayor se traslada a los Países Nórdicos por su trabajo y el chico se va a Italia con un Erasmus y la novia.
Que le vamos a hacer, antes como muy lejos se iba una a otro barrio del de siempre. Ahora el trabajo y los estudios obligan a ser ciudadanos del mundo.
Animo y un beso bien grande.
Gracias, ya se que es normal, y bueno que esto ocurra, pero nos pilla siempre de sorpresa. Ya veo que tus hijos tienen sus propias vidas, como es natural, y lo bueno es que nosotras ya hicimos nuestra parte y saben que siempre nos tendrán para el apoyo que necesiten.
EliminarUn beso grande también para ti.
asun eres un amor besos carlos
ResponderEliminarGracias Carlos veo que no te has olvidado de mi.
EliminarBesos
Hola Asun, me alegra saber de ti. El relato es un poco triste, por lo que cambia la vida y que a veces quisiéramos parar el tiempo para disfrutar de esos momentos que nos resultan tan felices. Pero el futuro aunque cambiante, te tiene esperando muchas sorpresas llenas de felicidad, estoy segura, porque te lo mereces.
ResponderEliminarUn beso y un abrazo muy grandote para ti Asun.
Ariel, de nuevo nos vemos por estos lugares, pronto volveré a mi pequeña rutina. Y tienes razón este verano mio, es fruto de la evolución de nuestra vida, las etapas que hay que cubrir.
EliminarUn beso enorme.
Es maravilloso como logras plasmar con tus palabras ese dolor que nos provoca cuando nuestros hijos despliegan sus alas.
ResponderEliminarGracias Gamyr, en este caso, como casi siempre, cuento las cosas desde el corazón, así me sentí, cuando llegué a mi lugar de descanso, esta vez un poquito vacío.
EliminarBesos
La verdad es que los paisajes cambian en función de con quien los compartimos, aunque hay cosas que son de ley, que se deben dejar ir, mi madre esta igual, mi hermano se ha marchado a otro país, de hecho es el último post que he escrito, y también anda un poco perdida, intentando recomponer esos paisajes que ahora le resultan tan raros.
ResponderEliminarLeeré tu escrito, seguro que me identifico, es normal que nos lleguen estas etapas, y así debe ser, pero cuesta un poquito, como bien sabes-
EliminarUn beso grande.
Marta, gracias por tu visita, tienes mucha razón, y lo se, pero no puedo evitar ese sentimiento de soledad al enfrentarme a esta primera ausencia, reconociendo siempre que es lo natural y bueno que ocurra que nuestros hijos estén listos para vivir su vida. Sabiendo siempre que estamos para lo que quieran.
ResponderEliminarBesos, y espero que estés mucho mejor.
Diferente, extraño, trsite y hasta amargo. ¿Verdad?
ResponderEliminarun placer leerte siempre
Antonio
Ya me queda un poco lejos el verano, pero efectivamente fue así. No cabe duda de que soy ante todo madre.
EliminarBesos