Voló a Madrid en cuanto le comunicaron la
noticia. Un agente de la policía le localizó a través de su empresa. Por suerte
ya había concluido la feria del automóvil y solo estaba buscando una cafetería
donde pasar las tres horas que le quedaban para coger el vuelo de vuelta.
Con el corazón en la boca paró el primer
taxi y en menos de media hora había arreglado el cambio de billetes y estaba
tomando asiento en el avión que despegaba de Palma de Mallorca. Acababa de
comprobar que había más frecuencia de vuelos con estas islas, que entre los
autobuses de su barrio en Madrid. De pronto su mente se quedó en blanco y
empezó a temblar pensando en Marta, aunque no era capaz de verla, porque solo
podía pensar en el momento del atropello.
Algo húmedo mojó su mano. Abrió los ojos
para comprobar que había sido una lágrima. Dios! no podía ser, no recordaba
haber llorado desde que dejó de usar pantalón corto y hacía varias décadas de
eso.
- ¿Se marea?-preguntó la señora
que ocupaba el asiento de al lado y le
miraba con maternal solicitud.
- Si –no se mareaba, no, pero
esta excusa le vino bien, volvió a cerrar los ojos y no hizo ademán de querer
seguir conversando en el resto del viaje.
.-.-.-.-.
Recorrió a toda prisa los pasillos del
hospital. Y cuando se vio reflejado en el cristal que le separaba de Marta,
comprendió lo que los médicos le habían explicado y no acertaba a asimilar.
Marta estaba en coma. Un coma inducido y todavía no podían saber el alcance
real de las lesiones tanto físicas, como de las
posibles secuelas.
Una enfermera se acercó a él,
delicadamente le tocó el brazo para llamar su atención.
- Buenas tardes, soy Antonia,
enfermera de urgencias. Atendí a esta paciente a su llegada al hospital.
- Marta, se llama Marta, es mi
esposa.
- Sí, claro. Mire su mujer llegó
consciente y hablando. Esto es muy buena señal. Me impresionó. No cesaba de
repetir unas palabras, y su mirada me hizo pensar que era muy importante. No sé
muy bien porqué pero las apunté, y luego no sabía qué hacer con lo anotado.
Supongo que a usted le interesarán.
Mario apenas comprendía lo que le
estaba diciendo y mecánicamente guardó el papel que esa enfermera le ofrecía, en
el bolsillo de la chaqueta y le dio las gracias.
-.-.-.-.
Había pasado una semana. Solo siete días y
su vida era tan diferente como si le hubieran dado la vuelta, cual imagen
reflejada en un espejo. Así se sentía, un reflejo de sí mismo, y Marta, esa
Marta de la cama de cuidados intensivos, no era realmente Marta era un reflejo
de ella.
Como cada tarde después de salir
del trabajo había acudido a esa maldita
habitación del hospital. Metió distraídamente las manos en los bolsillos, se
había puesto la misma chaqueta del primer día. Y sacó un pedazo de papel, al
principio no sabía de que se trataba. Hasta que recordó a aquella enfermera,
Antonia, a la que no había vuelto a ver.
Leyó las cuatro palabras
anotadas, recordando que ella las había apuntado por lo interesante que le
pareció y la urgencia de Marta al repetirlas.
Pero… qué demonios… no entendía
nada. Literalmente no entendía que ponía allí, eran una serie de letras sin
ningún sentido, no eran palabras españolas, y a decir verdad no parecían de
ningún otro idioma.
“Matan alansa akonanad lalake.
Gnahan k osa kon ana galalake”
Marta no podía haber dicho nada
parecido a eso, se sintió presa de un enfado descomunal, ofendido, y engañado.
Buscaría a esa enfermera, ¿Cómo se atrevía a entregarle semejante tontería y
contarle ese cuento chino, con su mujer en esas circunstancias?
No le costó trabajo encontrarla, se acercó y le pidió explicaciones.
- Ya le dije que me llamó la
atención, no entiendo lo que quiere decir, lo apunté de inmediato, pues se me
habría olvidado y ella no dejaba de repetirlo, y me insistía como si fuera lo
más importante en ese momento. Lo siento no quería disgustarle, creí que para
usted tendría sentido. Pensé que sabría en qué idioma hablaba, se trata de su
esposa.
Si, se trataba de su esposa, pero
jamás la oyó pronunciar nada parecido a aquello.
Pasó el resto de la tarde
contemplando la suave respiración de Marta. Había mejorado mucho y pronto
comenzarían a sacarla de aquel sueño que la mantenía ausente.
Mientras la miraba no dejaba de
repetirse mentalmente esas cuatro tonterías del papel. ¿Sería algún idioma
realmente?
*-*-*-*-*-
Asun© 17 de agosto de 2013
¿Y por qué los cambios súbitos de rumbo y de vida son más para mal que para bien, Asun? Es una pregunta retórica, no te preocupe.
ResponderEliminarTu relato también da que pensar sobre la cara oculta de las personas más cercanas, con las que tanto compartimos, pero nunca todo.
Un abrazo.
Hola Esteban, la vida es así, caprichosa y no atiende a razones.
EliminarEste es el principio de un relato mas largo, donde como bien has intuido, el atropello abre una puerta a un pasado que el marido desconocía.
Ya sabes todos tenemos un pasado...
Hoy es mi domingo de "dolores", pues es cuando mi hija está de viaje hacia tierras portuguesas, y mañana lunes de dolores también, porque se va mi hijo a reunirse con ella.
Gajes del oficio de ser mamá.
Besos.
Puede que estés en lo cierto, quizá no hay razones.
EliminarPues espero con intriga el resto de la historia, en realidad, es algo muy común. En el fondo, ¿qué sabemos de nadie, si apenas alcanzamos a saber algo de nosotros mismos? Llevamos muchos miles de años haciéndonos las mismas preguntas sin encontrar respuesta. En fin.
He oído muchas veces sobre esos "dolores" que mencionas, Asun, pero es algo que no entiendo. Y quiero a mis hijos con toda mi alma. Después de todo, somos tan vulnerables que creo que sólo podemos encontrar respuestas para los riesgos conocidos y previsibles, en función de qué cosas vayamos a hacer; pero una vez ocupados en eso, ¿por qué preocuparnos más? Irán, estarán y volverán bien, ya lo verás. No sufras.
Buena noche. Un abrazo.
ESteban tienes razón, mis hijos ya están disfrutando de sus vacaciones, y yo he pasado una mañana más cansada de lo normal en el trabajo, a causa de haber dormido poco.
EliminarPor cierto creo que estáis de fiesta en tu ciudad, que disfrutes, pues.
Besos
Perdona, Asun, algo hice mal y el comentario salió repetido, intenté arreglarlo, pero quedó así... un tanto raro. ¿Lo arreglas tú cuando puedas, por favor? ¡Gracias!
ResponderEliminarOtro abrazo.
No te preocupes Esteban a mi también me ha pasado que se me hayan colado los comentarios repetidos.
EliminarSin problemas.
¡Gracias!
Eliminar¡Asun! Que llevo para felicitarte desde el otro día y no hay manera en casa no sé por qué el ordenador no me deja ponerte comentarios. Voy a ver si desde el trabajo puedo. Ya he visto que me has dejado tú también un comentario, ha sido telepatía, está claro. Un abrazo fuerte, Rocío
ResponderEliminarRocío es verdad que ocurre, estás pesnsando en una persona y ella te llama por teléfono, o estás poniendo un mensaje, y ella a ti otro.
EliminarMe alegro de que no nos olvidemos, sabes que te echamos mucho de menos aquí.
Besos
En nuestro pensamiento y en ese estado, todo tiene sentido, hasta en sueños lo tiene. Anoche soñé que para entrar en casa tenía que escalar la fachada del edificio y entrar por una ventana.
ResponderEliminarComo siempre un buen relato que podría ser cotidiano. Un beso, amiga.
Bueno Tigu, lo cierto es que hay segunda parte, y esas palabras son realmente de un idioma existente. No te digo cuál, por si subo la continuación, así mantengo la intriga.
EliminarBesos
Por cierto que tu sueño me parece de lo mas interesante. ¿No será que a pesar de vivir junto al mar, necesitas unas vacaciones?
EliminarBesos de nuevo.
Asun
ResponderEliminarSiempre fantástico leerte. Un relati que da que "soñar".
Besos dulces querida amiga.
Mi querido Gabriel, veo que no andas de vacaciones.
EliminarTenía este relato a medias, desde antes del verano y me decidí a continuarlo un poco.
Besos
Muchas gracias Marta por tus palabras, quieras que no, me dan un poquito mas de confianza.
ResponderEliminarSi tiene continuación, por su puesto. Pero tengo que ultimar alguna cosita. Tengo que hacer trabajo de campo, indagar mas sobre el país al que pertenece el idioma, para situar la acción.
Como sabes hay relatos que tienen detrás mucho trabajo, por eso cuando leo un libro, no me pierdo las notas del autor, los agradecimientos, y toda pista que den sobre el trabajo que han seguido para escribirlo.
Un beso querida Marta.
En un cuerpo en coma o bajo presión, el cerebro mantiene unas constantes que, al margen de su forma incomprensible, tienen un sentido para quien emite, y no siempre para quien recibe. Por eso me ha resultado curioso tu relato, porque remite a las incontrolables metáforas de nuestro inconsciente.
ResponderEliminarUn saludo, Asun.
Juan M
Juan Manuel, me alegro de haberte llevado a pensar.
EliminarSin embargo debo decirte que las palabras que dice la protagonista las dice consciente. Ya que al ingresar en el hospital aun estaba consciente, el coma es inducido por los médicos ante la gravedad de las lesiones. Ocurre así en la realidad, hay sedaciones necesarias o al menos aconsejables.
Muchas gracias por tu atenta lectura.
Besos
Marta te he puesto yo un correo, me puedes contestar a esa dirección.
ResponderEliminarBesos
Asun, perdona mi ausencia por un tiempo. Gracias siempre por ser como eres como persona y como escritora eres genial y fascinante.
ResponderEliminarGracias por todo Asun.
Muchos besos ara ti
Ariel, que vengas de vez en cuando ya es un premio para mi.
EliminarEspero que todo te vaya muy bien, y el verano se vaya pasando tranquilamente.
Un beso muy grande.
Muy interesante , que esconderá esa mujer que está ahora en coma y que antes decía palabras sin sentido para sus seres queridos, , esa es la ventaja de los que escribimos, que solemos conocer el final de nuestras historias, y en tu caso al verdad es imposible saber como va a continuar la historia.
ResponderEliminarPor cierto si quieres puedes visitar mi blog, tengo un relato que se titula " entre amigos " y me gustaría que me dieras tu opinion.
Un beso cariñoso.
Puri
Tienes razón,yo ya sé lo que dice en esas palabras desconocidas. Pero lo puede saber todo el mundo, ya que el idioma existe. Solo que no digo cual es para añadir misterio.
EliminarMe paso por tu blog.
Besos
Muy intrigante, espero la segunda parte....
ResponderEliminarBesos muchos, ♥♥♥
Si hay segunda parte, pero tengo que cerrarla.
EliminarGracias por tu interés, espero cumplir esas expectativas.
Besos
Qué interesante Asun, quiero saber qué significan esas palabras, ahora me quedé en acuas.
ResponderEliminarContinuarás ¿verdad?. Saludos.
Si, Maribel, tiene continuación. Pero ahora tengo un poquito menos de tiempo, con la vuelta al trabajo y los fines de semana ajetreados que aún es tiempo de viajes.
EliminarPronto lo pondré.
Besos
Guau! Cuanta intriga. me muero por leer la continuación. jiji!
ResponderEliminarun abraxo!
Gracias Marilyn, voy a tener que ponerme muy en serio con el desenlace final, para que no se enfríe este interés vuestro.
EliminarUn beso grande.
Espero nos descifres tan enigmáticas letras, porque seguro que la historia continua...
ResponderEliminarUn cálido abrazo Asun
Claro, si que continúa, pero estoy dando los últimos toques. Es unpelín larga, así que la resumiré y publicaré aquí el desenlace.
EliminarGracias por tu visita.
Besos
Marta te falta el segundo, porque al final no he cambiado nada en este.
ResponderEliminarBesos