- ¿Y ahora qué hacemos?
Se quedó callada, era verdad
¿ahora qué hacían? Por un momento empezó a pensar que no había tenido una buena
idea al ofrecerse a quedarse con Nerea en la panadería, pero enseguida
recapacitó.
- Pues te puedo contar un cuento.
- Vaaaale, el de Caperucita?
- No, el de Nieves.
- El tuyo, tú te llamas Nieves.
- Si el mío.
Acomodó a la niña alrededor de la mesa
camilla que había en un rincón de la tienda, le hizo quitarse el abrigo y ambas
se pusieron cómodas. Antes de empezar a hablar miró a su alrededor, nunca le
pareció más confortable aquel lugar.
Puso dos tazas de leche a calentar, y dejó
que Nerea se echara todo el cacao que quisiera, aunque vigiló que no
sobrepasara tres cucharadas. Y con el calorcito que dejaba la leche en sus
manos empezó una historia:
- Hace muchos años, en una ciudad
pequeñita, vivían Juan y Manuela, hacía dos veranos que se habían casado. Y por
fin ese invierno Manuela supo que pronto los visitaría la cigüeña.
- Para qué les iba a visitar la
cigüeña?
- Antiguamente cuando una mamá
iba a tener un bebé se decía que iba a venir la cigüeña- y antes de que Nerea
preguntara el correspondiente ¿por qué? Ella se adelantó- Porque se decía que a
los niños los traía la cigüeña, porque era costumbre decir esto y lo hacía todo
el mundo.
-Vale y que pasó?
- Juan y Manuela estaban muy, muy
contentos con la llegada de su bebé, y los dos estaban seguros de que sería un
niño. Juan solo tenía hermanas y siempre deseó jugar con un niño. Y Manuela no
tenía ni hermanos ni hermanas, así que le daba igual y solo quería ver contento
a su marido.
Cuando el invierno tocaba a su
fin, y el viento era mucho más cálido, y en el jardín algunas plantas empezaban
a enseñar brotes verdes en sus troncos, Manuela sintió que su barriga era ya
tan grande que no podría crecer más.
Esa noche al acostarse, tenía una
sensación rara en su interior. Juan le dijo que sin duda era porque había
cambiado el tiempo, se había vuelto tan frío que hasta parecía que iba a nevar.
- Si aquí no nieva nunca, le dijo
Manuela.
Pero a la mañana siguiente, cuando levantaron la
persiana del dormitorio, vieron que todo estaba cubierto de una gruesa capa
blanca. Era preciosa, tan blanca, que a Manuela le hubiera gustado preguntar a
los copos con qué se lavaban para estar tan limpios.
Pero no pudo ni preguntar eso ni
nada, porque sintió que el bebé estaba llegando. Juan corrió todo lo que pudo,
pero con cuidado a la vez, para no caerse en la resbaladiza nieve. En seguida
trajo el coche a la puerta de casa, y Manuela subió torpemente, y un poco
asustada, traer un bebé al mundo, no era cosa sencilla.
Pero unas horas más tarde, en el
hospital de la ciudad, el nuevo bebé estaba en manos de su nueva mamá y su papá
lo miraba tan embelesado que se le cayó una gruesa baba, justo en su naricita.-
Nieves hizo una pausa, pues Nerea reía divertida, sin duda imaginando la caída
de la baba en la nariz de la bebé. Y prosiguió:
- Ten cuidado que me ahogas a la
niña!! Y entonces cayeron en la cuenta de que había sido una niña, y no tenían
pensado ningún nombre de niña.
Muy preocupados se quedaron en silencio,
mirando por la ventana y viendo cómo los blancos copos de nieve seguían cayendo
juguetones. Hasta que los dos gritaron a la vez: NIEVES!!! Y con su grito la
niña se asustó y comenzó a llorar, mientras ellos reían, Nieves, se llamará
Nieves.
Nerea se quedó unos segundos con
la boca abierta y una grandísima sonrisa, y de pronto empezó a aplaudir.
Menos mal, pensó Nieves, no tengo
que preguntar si le ha gustado, está bastante claro.
Y la puerta de la panadería se
abrió. La madre de Nerea volvía para recogerla después de hacer sus recados, y
estaba asombrada al ver la escena.
Aquí, como Nerea, aplaudiendo. Un cuento muy bien contado.
ResponderEliminarUn abrazo, Asun.
Gracias Paz, siempre me interesó el mundo de los niños y sus cuentos.
EliminarUn beso
Buenos días, Asun;
ResponderEliminarUn cuento sencillo, para todos los públicos, me ha hecho reír ese párrafo en donde Nieves explica rápidamente pero de manera efectiva, lo de la cigüeña jeje.
Un beso (espero que estés más recuperada de tus dolencias).
Sete
Sete ya sabes que mis historias son blancas, quiero decir sin maldad, inocentes, infantiles... en fin hace tiempo que me gusta el mundo de los cuentos, y aquí quería empezar una serie. Es uno de mis "proyectos"
EliminarDe lo mío, voy bien, pero tengo unos pequeños "daños colaterales" que me producen muchas molestias. A ver si termina todo por fin.
Besos querida amiga.
Precioso relato, entrañable y entretenido.
ResponderEliminarMuchos besos, amiga.
Me alegro de que te haya entretenido, se trata de una introducción a una serie de cuentos que se me están ocurriendo.
EliminarBesitos Gabriel.
Conozco una Nerea de tres años y medio con una lengua espectacular, habla hasta por los codos , así que por un momento me trasladé a España ,a donde vive esa hermosa niña y emocionada , leí tu cuento. Aplaudo con Nerea , a mi también me ha gustado. mucho , mucho.
ResponderEliminarUn beso inmenso amiga mía, la tierna Asun, espero estés muy bien. Yo casi ya viajo al grado , en 8 días, ilusionada y con ganas de conocer . Yupiii
Susana sin saberlo he tenido un éxito inesperado contigo. Esto me hace muy feliz, lo que digo siempre, que recibo mucho mas de lo que doy.
EliminarY te felicito por la graduación, lo pasaréis genial y estaréis guapísimos, los jóvenes sin duda, y tu también sin duda.
Yo voy bien, la semana que viene paso de nuevo por el hospital, y espero que sea el final de esta pesadez.
Tu disfruta mucho y ya me contarás.
Besos
Casi a punto de soltar una lagrimita. Es un placer leerte, Asun, un beso desde el corazón
ResponderEliminarHola Tiguaz, con comentarios así se me pasan todos los males, y mira que estoy bastante chunga.
EliminarYa sabes como respeto tus opiniones y las correcciones que siempre me hacías.
Un beso grande.
Me ha gustado mucho Asun. Que bonito es este cuento, como me gusta todo lo que escribes!!!. He disfrutado mucho con la lectura.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Muchos besos
Ariel, nunca podré agradecerte bastante la atención que me prestas. Me animas a escribir mucho mas que nadie.
EliminarEspero que todo te vaya siempre muy bien.
Besos
Hola, Asun.
ResponderEliminar¡Qué bonito y qué tierno!
Es preciosa la forma de narrar lo de la cigüeña, ¡genial, guapa!
Un besote y a mejorarte que tenemos ganas de verte.
Hola querida compi, este cuento cuya protagonista es esa Nieves, no es por casualidad, seguramente ella nunca lo leerá pero está inspirado en ella, nuestra Nieves, lo escribí en el metro el día que volvía de su despedida.
EliminarEspero que la semana que viene todo salga bien y pronto estaré sufriendo en el trabajo.
Besos.
Pues más a mi favor para repensar que es precioso.
EliminarBesotes, princesa.
PD: No puedo entrar en mi blog a responderte, será que este mes no he pagado la renta.
Será que la que te debe algo soy yo, no se me olvida.
EliminarEspero que se arreglen esos problemillas técnicos.
Besooooooos.
Marta en mi relato inicial cuento como es Nerea, su edad, y algo mas sobre Nieves, pero aquí lo acorté. Había imaginado a Nerea con 6 años, a esa edad ya saben que los niños salen de las barriguitas de las mamas.
ResponderEliminarUn placer verte por aquí, y leer tus comentarios.
Muchos besos.
Hola Asun:
ResponderEliminarLo haré, pero confieso que no he leído aún esta entrada. Ahora sólo quiero hacerte llegar mis mejores deseos (en todos los sentidos) y un abrazo muy fuerte.
Muchísimas gracias, pero te recomiendo que leas la entrada, porque tu opinión tiene mucha importancia para mi.
EliminarMil besos.
¿Lo oyes, Asun? Estoy aplaudiendo, con Nerea. ¡Muy guapo! Pero, aunque te agradezco muchísimo el valor que das a mi opinión... tus relatos y cuentos tienen valor en sí mismos. Son parte de ti, y tu valía es inmensa.
EliminarUn abrazo muy fuerte y todo mi ánimo.
Esteban gracias, tu ánimo me llega y por cierto me vine muy bien, hoy no ha sido un buen día, ya que tenía una cita médica mañana y me la han atrasado... en fin, no me queda otra que tener paciencia.
EliminarBesos
Hello! This post couldn't be written any better! Reading this post reminds me of my good old room mate! He always kept talking about this. I will forward this post to him. Fairly certain he will have a good read. Thanks for sharing!
ResponderEliminarAlso visit my web page; click here for buff men and rough sex
Gracias por tu comentario.
Eliminarsaludos.
Me ha gustado mucho el cuento. Me imaginé sentada en la tienda viendo la escena. Mi abuela se llamaba Nieves y tengo una hermana con ese nombre... pero en mi ciudad no nieva. Un abrazo
ResponderEliminarPues parece que hubiera escrito este cuento pensando en tu familia no?
EliminarMe alegro de que hayas disfrutado con él.
Besos
Un cuento muy bonito, Asun. Y es que las caídas de los peques siempre nos llegan muy dentro.
ResponderEliminarUn abrazo.
me alegro de que te guste Isabel, y tienes razón los niños son siempre imprevisibles, pero lo mejor que hay.
EliminarSaludos.
Asun, siempre que te leo me ocurre lo mismo, dejas en mi un poso de ternura.
ResponderEliminarUn besazo!!!
Mi querida Enigma, me gusta eso que dices. tu visita deja en mi una inmensa alegría.
EliminarSobre todo ahora que estoy en "horas bajas"
Besos