— Sancta María, Mater Dei, ora pro nobis…
Tres de las diez monjas supervivientes del incendio caminaban a buen
paso por la angosta linde del camino. No se permitían volver la vista atrás. El
convento de Maqueda había ardido por completo y con todo, eso no era lo peor.
Veinte de sus hermanas también.
Aún llevaban el hábito de un blanco impoluto, pero les faltaba su manto
celeste con la imagen de la Inmaculada.
En el claroscuro del amanecer Felipe conducía. Parpadeó incrédulo. Tres
monjas, tres. Aminoró la marcha, girándose para verlas de nuevo. Habían
desaparecido.
¿O quizá nunca habían estado?
Asun©05/02/2016
Imagen tomada de la red
Si sus hermanas ardieron en el s.18 ellas tenían que estar muy delgaditas, en los huesos vamos. Saltos y brincos
ResponderEliminarMuchas gracias Ester, encantada de verte siempre en mi casa.
ResponderEliminarAbrazotes