-¿Sabes dónde estamos?
- No tengo ni idea, cómo voy a saberlo? Tú eres la española. Yo acabo de llegar, soy la asquerosa “nueva”, no lo recuerdas?
A pesar de estas palabras tan duras, Danai, miró a Sandra con miedo, con desesperación, pero no con odio.
Las dos habían sido víctimas de lo mismo. De la corrupción y falta de escrúpulos de los dueños de la noche madrileña. Pero habían escapado. Eso sí no sabían en qué lugar estaban. Si miraban a su alrededor se extendía un paisaje lunar. Tierra rojiza e infinidad de chimeneas horadadas en la propia tierra. ¿eran montañas, eran cuevas, eran nidos de extrañas y enormes aves?
- Qué quieres que te diga- Susurró Sandra- yo diría que esto no es ni España… O sí, espera.
De pronto vio una fotografía en su cabeza rescatada de algún fondo oscuro y olvidado. Y gritó:
-Estamos en “Las médulas” en León y sé exactamente a dónde dirigirnos. ¡Estamos salvadas!
Acababa de recordad a aquella amiga de su madre. Hacía más de 15 años que no la veía, solo tenía 4 cuando ella le contaba cuentos de hadas y todos sucedían en aquel paisaje casi extraterrestre, donde Pilar había nacido.
Pilar, la amiga de su madre, las salvaría ahora.
Asun® 6 de enero de 2013
Bonito microrelato, esconde un poso de ternura.
ResponderEliminarDebo pedirte perdón por no seguirte la ruedo sobre lo del premio del blog, he estado liadín con esto de las fiestas.
Unos besos con afecto.
Gabriel, todos estamos mas que ocupados en estos días. Y ya te lo expliqué, lo del premio es como un juego. NO tienes que hacer nada, solo que a mi me hacía ilusión mencionarte.
EliminarSabes que presumo de haberte conocido.
Besos a toda la familia.
Asun, me ha gustado tu relato. Habrá continuación?. Gracias por traernos estos paisajes.
ResponderEliminarBesotes grandotes y me voy a tu otro blog, que hay nuevas cosas y me gusta todo lo que escribes.
Mi querida Ariel, eres un ángel, seguro que te lo dicen muy a menudo.
EliminarYo te mando un beso de agradecimiento.
Asunción, me ha gustado este relato, sobre todo la manera de ponerle paisaje al acto de salir a la superficie, de huir de las profundidades del espanto. Un abrazo.
ResponderEliminarJosé, este relato obedece a un juego entre escritores, uno de ellos nos propuso este tema, las minas romanas del siglo II en las montañas leonesas, que dieron lugar a este paisaje espectacular.
EliminarEs un gusto contar con tus lecturas.
Besos.