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Algo sobre mi

Algo sobre mi:

En lo que yo soy ahora han influido tanto las circunstancias de mi vida, como las personas que han desfilado por ella.


Entre las personas, los primeros mis padres. Mi padre, que por desgracia ya no vive, es la persona más honrada, justa y responsable que he conocido. Parece un tópico, sobre todo porque ya no esta, pero es la realidad, jamás le vi apartarse de lo que era correcto y repito honrado.

Mi madre, pues parecida a mi padre, una persona íntegra y con infinito espíritu de sacrificio hacia los demás y una sensatez y sensibilidad que hace que sea imprescindible pilar de la familia.

Mis hermanos, cuatro, todos chicos, bueno como es normal tenemos nuestros mas y nuestros menos, pero en general nunca llegó la sangre al río y sé que detrás de mi están todos, los cuatro para recogerme si caigo. Y lo mismo para cada uno, siempre estamos, incluso antes de que se nos llame.

Y una tía que es casi mi segunda madre.

Y después mis amigas, las que conservo desde que tenía 11 meses (si, meses) que fue cuando llegamos al barrio de Madrid, allá por los años... me cuesta decir mi edad, no es que me sienta mayor, pero si digo la edad lo voy a parecer.

Y ya solo quedaría nombrar el resto de personas que he ido conociendo y que casi todas han sido buenas y han dejado una imborrable huella dentro de mi. (las menos buenas también dejaron huella, por desgracia)

Me queda por mencionar a mi propia familia, quiero decir la que creé yo misma junto a mi marido, y se compone, de momento de él y mis dos hijos. Digo de momento porque ellos están ya en edad de empezar a vivir su propia vida,el mayor hace tiempo que la comparte con alguien, aunque todavía vive en casa con nosotros y la pequeña ya tiene también un proyecto (y que pena me da que se hagan tan mayores). Pero todo forma parte de un ciclo, que es el de nuestra existencia.

Y a esto añadiremos lo que tengo propiamente mío, que algo habrá también, aunque soy bastante simple e influenciable, con lo cual me acoplo a casi todas las situaciones y no me ha ido mal de esta manera.

Si habéis aguantado este pequeño tostón y os quedan ganas podéis leer algo de lo que escribo, que es como yo sencillo y simple.

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domingo, 14 de julio de 2013

África, II parte

    **Continúación del relato, "Tranqula, estará bien (África)

 Desde que habían vuelto de África estaban intentando retomar sus rutinas. Ella iba a trabajar, desayunaba con sus compañeros, comía rápidamente, se obligaba a ir al gimnasio, hacía la compra apresurada y procuraba llegar a casa agotada. Solo disfrutaba un poco con la ducha, dejando correr el agua por su rostro y sintiéndose limpia al menos unos minutos. Porque todo lo que hasta ahora llenaba sus días y le daba la cálida sensación de seguridad, le parecía vacío, innecesario, carente de sentido y sobre todo imperdonablemente superficial y derrochador.
En medio de esta desazón, mezcla de miedo e impotencia, solo veía unos ojos. Los de la niña. Su niña. 

Todo lo que le importaba en el mundo se había reducido a esa personita. Aún siendo consciente de que probablemente nunca la volvería a ver, no podía aceptarlo, no quería resignarse a no saber nada, nunca, de ella.
     Las mismas sensaciones, aunque se negara a admitirlo, tenía él. África, atardeceres rojos y amaneceres limpios que poblaban sus sueños, hasta desembocar en una repetitiva pesadilla. Los más dulces ojos negros de la niña más dulce, se quemaban en el rojo del cielo africano.
    El viaje les había abierto una puerta a otro mundo, otra realidad paralela a la suya, pero mucho más difícil y dura. Al atravesar esa puerta no hubo  retorno ni tranquilidad. No podían estar viviendo una vida tan regalada mientras otros seres tan humanos como ellos, carecían de todo y lo peor, sin tener conciencia de ello.
     Sin embargo el viaje también supuso algo bueno en sus vidas. Había hecho que se volvieran inseparables, ya lo eran antes, pero ahora tenían la seguridad de que estaban unidos por algo muy fuerte, algo que se componía de amistad, respeto, entrega, alegría, y a veces dolor. Desde que volvieron parecían ser una misma persona, no necesitaban más que una mirada para saber lo que sentían. Haber vivido una situación tan límite les había hecho conocer el significado del más mínimo gesto, no solo de su rostro, sino de su cuerpo.

     Se volvió para coger las llaves antes de salir hacia el trabajo y para hacer el gesto de despedida que dedicaba a Juan y que consistía en sacarle la lengua en un cariñoso gesto de burla. Pero no tuvo oportunidad de hacerlo, pues el teléfono sonaba insistentemente, y su chillón sonido resultaba extraño a esas horas.
    Ya tenía la puerta de la calle abierta y estaba a punto de salir, cuando se paró en seco al oír “Si, soy yo, si estuve en Ruanda, en Kigali, si, ¿quién?
   
Cerró de nuevo la puerta y volvió al salón, Juan hizo un gesto con la mano conteniéndola, pidiéndole calma, mientras seguía callado y a la escucha. De repente le apremió a buscar un papel y algo para escribir, anotó un nombre y un teléfono de contacto. Luego sin mediar palabra colgó y se dejó caer en el sillón. Estaba totalmente en estado de shock, cada vez más pálido. 
- ¿Quién era?, ¿llamaban de África?, ¿Qué querían?, ¡vamos dímelo!
- Si, era, bueno…, Marc Cottage, o algo así le he entendido, me llamaba desde Kigali, y me ha dado su número.
- Ya veo, pero quién es?, que quieren?
- Por lo que me ha dicho debe ser el que nos recogió en la carretera  y nos llevó hasta aquel poblado, el de la ONG, me ha dicho que le llame luego, no sé qué quiere, y francamente no sé ni cómo puede tener nuestro teléfono.
- Y qué hacemos?, le volvemos a llamar, pero te habrá dicho algo de porque te llama, es… por la niña?
- No lo sé, me ha dicho que le llame luego, a la una. Mira se te ha hecho muy tarde, es mejor que te vayas, y yo también- se había levantado mientras hablaba, y había recobrado el color y con él el ánimo. Buscó la funda de su portátil, y cogió la cazadora, empujando a su novia hacia la puerta del piso.
- Bueno, pero llámame en cuanto sepas algo. Y por favor ten mucho cuidado, no sé que pueden querer de nosotros.
- Ya, no te preocupes, haré la llamada y después te lo contaré todo. Tranquila, no será nada, quizá quiera que le ayudemos, no era de una ONG?
Sonrió mientras le daba un beso suave en los labios y un pequeño tirón de pelo.


A la una en punto, Luz miró el reloj, esperó unos eternos 15 minutos y con el móvil en sus manos, temblando, dudaba en hacer una llamada a Juan. Finalmente se decidió a esperar, era él el que debía llamarla cuando tuviera alguna noticia.

El teléfono se le resbaló sin querer, los nervios, pero por fin respondía a la llamada. Juan le dijo que cuando saliera del trabajo fuera directamente a casa. No quiso contarle nada más.

A las 5 y media, Luz entraba sin aliento en su pequeño piso. Juan estaba allí, sentado frente al ordenador, y tomando notas. La miró muy serio, pero a la vez excitado, con esa mezcla de alegría y preocupación, esa expectación que solía preceder a la partida a alguno de sus viajes. Pero esto no podía ser, no habían vuelto a viajar desde su viaje a África.
- Bueno qué?
- Te preparo un té mientras te cambias, tengo mucho que contarte. Ha sido un día muy largo, y hay muchas novedades.
Luz no protestó, sabía que era mejor no atropellarse, y un té le vendría estupendamente. Estaba segura de que todo tenía que ver con la niña.
Así era todo tenía que ver con la niña, pero jamás se habría atrevido a imaginar, ni en el más optimista de sus sueños, lo que Juan le estaba contando.
- Marc Cotagge consiguió nuestro teléfono y dirección a través del comisario de Ruanda, aquél al que entregamos la niña. Por lo visto, Marc no quiso perder la pista de ella, porque allí la vida tiene muy poco valor, y menos la de bebés que no tienen ningún futuro. Pero según me ha dicho su labor allí pasa por socorrer a cualquier persona con la que tengan contacto. Y en este caso esta niña tuvo la suerte de cruzarse en su camino.

Siguió dando cuenta de  la conversación y a la vez conteniendo con gestos a Luz que quería replicar airadamente a determinados pasajes del relato.
Hasta que quedó muda ante el cariz de los acontecimientos.

Marc se había hecho con la niña, con la excusa de llevarla él mismo, a los Servicios Sociales, tal y como les dijeron a ellos. Pero estos Servicios Sociales no eran lo que su nombre anunciaba, al menos en lo relativo a la infancia. Allí los niños eran tratados según edades, y la clasificación consistía en si tenían edad para empezar su carrera de soldado, niños soldados concretamente.
Así Marc no entregó a la niña, la llevó con él a la sección de bebés. Allí era más sencillo rescatarla de un futuro incierto, o mejor de ningún futuro.
Tan sencillo como hacer una mínima puja, mínima porque pudo convencerles de que la niña estaba enferma, y no valdría ni para trabajar. Entonces se la dieron, no querían perder el tiempo, ni los recursos alimentando a quien no le serviría para nada.
El final de la historia parecía sencillo comparado con todo lo anterior. Marc, volvía a Europa, el día 1 de julio llegaría a Bruselas.

- Y ahora viene lo mejor, llega a Bruselas, y no viene solo.

Luz abrió los ojos aún más, si es que esto era posible. Y enarcó las cejas en gesto interrogativo.

- Si, viene con la niña.

La muchacha se cubrió la cara con sus manos, en un gesto alegre, pero que en seguida se tornó preocupado.

- Y porque nos ha llamado para contárnoslo?
- Cariño, esto parece un sueño, un descalabrado sueño. Al parecer nos quiere entregar la niña, dice que nosotros la queríamos, y que somos lo único que tiene.
- Pero… cómo, cómo…- no acertaba a concluir la frase, Luz tartamudeaba, y sin saberlo estaba llorando. Juan se había acercado a ella y la abrazaba. Tampoco sabía qué hacer, pero estaba seguro de que el día 1 de julio estarían en Bruselas.
La vida acababa de abrir una ilusionante puerta delante de ellos.




 Asun© 15 de julio de 2013


24 comentarios:

  1. Hola Asun, en tu relato reflejas muy bien lo que le sucede a mucha gente que va a Africa a conocer a su apadrinado y se encuentra con esos ojos como los de tu niño y no puede dejar de pensar en ellos hasta que logra que formen parte de su vida.
    Por cierto si quieres leer mi primer libro lo puedes descargar de forma gratuita entrando en mi blog y buscando la entrada " mi primer libro los amores perdidos " pinchas en el enlace y vas a bubok donde puedes descargalo. Esta en formato de libro electronico si quieres te lo puedo facilitar en formato de documento de word.
    un abrazo desde Vigo.
    Puri

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    1. Pues genial, seguro que lo leo, tengo que decirte que últimamente casi leo solamente a amigos que he conocido compartiendo relatos cortos, y que como tu han publicado algún libro. De echo en la otra pestaña de este blog puedes encontrar alguno de los autores y libros de los que te hablo.
      En este relato de Africa no se trata de una niña apadrinada, en la primera parte narro como se encuentran con la niña.
      Felicidades por ser ya una autora con libro publicado, eso es un verdadero sueño hecho realidad.
      Enhorabuena.

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  2. Solo quiero que sepas que la vida es así de dura. Quiero tambien transmitirte que cada día lo haces mejor.
    Desde mi Galícia al borde de esta mar inmensa mi cariño.

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    1. Querido Tigu, muchas gracias, ya se que te mueve el cariño, pero a mi me das mucho ánimo y mucha alegría con tus comentarios. Y supongo que como en todo, en la escritura la práctica también es importante.
      Ya me gustaría tener el mar a golpe de ventana, pero de momento veo asfalto y coches.
      Besos

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  3. Nos traes una historia terrible, Asun. Tiene un final feliz, pero deja un sabor amargo -y me quedo muy corto- porque, sí, una niña se salva, pero, ¿cuántos quedan condenados a una infancia atroz? Hay cosas que a poco que se piensen, hacen hervir la sangre; y por partida doble: Por la ira que generan y la impotencia que se siente.
    Pero una niña se ha salvado, y no será la única.
    Un abrazo.

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    1. Esteban hace tiempo se me ocurrió escribir una serie de relatos ambientados en cada uno de los cinco continentes, y este es el correspondiente a Áfrrica, transcurre allí y como telón de fondo el genocidio de Ruanda en un lugar llamado Gitarama.
      Cómo me informé un poco para escribirlo, conocí esa realidad que ha pasado desapercibida para la mayoría de nosotros.
      Un beso, Esteban

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  4. Logras dejar ese amargo sabor de boca, o lo que es igual, llegas Asun.
    Me ha gustado, me ha hecho sentir.

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    1. Es una historia agridulce, no sé si podría ser real, pero lo cierto es que en ciertos lugares de África la vida y en especial la de los niños, vale muy poco.
      Un beso mi querido Buitrago.

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  5. Hay niños que, aunque tarde, comienzan a vivir en paz, y hay familias de adopción o acogida que, tras muchas e interminables gestiones, ayudan a sacar a seres inocentes de las garras de la ira. ¡Qué pena dan los que no se salvan!
    Un beso
    Juan M

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    1. Así es, lo injusto es que por nacer en determinado sitio se tenga una vida regalada, o una complicadísima.
      Besitos

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  6. Esta historia hay que beberla a sorbitos y dejar pasar el amargor que entre suavemente.
    Un texto delicado y duro.
    Unos besos dulces.

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    1. Gabriel, es una historia dura, pero no pretende ser triste, solo ver que hay otras realidades mucho mas difíciles que la que nosotros vemos en "nuestro mundo", a pesar de que también tenemos dificultades, qué te voy a contar a ti!!
      Un beso, en este verano que va pasando poco a poco.

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  7. Vengo de la mano de José el viejo aprendíz, sentí curiosidad y me pase a conocerte.
    Describes una mínima parte de las realidades que nos acompañan pero me gustó que también describas que aún quedan personas dispuestas a todo.
    Me gustó tu relato, me gusta tu página y con tu permiso me quedo, porque eres sencilla y amable, y tu escritura también lo es,

    Besos muchos ♥♥♥

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    1. Estupendo, te puedes quedar y leer cuanto quieras. Mis relatos cuentan realidades, siempre desde el optimismo, aún cuando a veces traten temas demasiado duros.
      Un abrazo.

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  8. “No podían estar viviendo una vida tan regalada mientras otros seres tan humanos como ellos, carecían de todo y lo peor, sin tener conciencia de ello”
    Para mí, este párrafo define y es reflejo de la cruda realidad de otro mundo, y lo peor es que este “mundo” si tiene conciencia de ello.
    Interesante relato, amiga Asun.
    Un abrazo.

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    1. Si te ha gustado te invito a leer la primera parte, está en este mismo blog, te repito el enlace. En ella cuento la historia de la niña, como la encuentran.
      Así es vivimos una realidad tan superficial, que es intolerable permitir que otros no tengan acceso a nada.
      Te dejo de nuevo el enlace.
      http://tbtasuncion.blogspot.com.es/2012_08_28_archive.html

      Besos

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  9. Asun, gracias por este relato tan enternecedor y con un final tan bonito despues de lo que pasaron y del futuro incierto y no muy alentador que le esperaba a la niña en su pais.
    Gracias de nuevo y me voy a tu otro blog a leer un poco mas y a disfrutar.
    Besos muy grandes

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    1. Mi querido solete Ariel, gracias mil a ti por leerme.
      Ahora estaré un poco desconectada, ya se sabe periódo vacacional. A ver si me termino de recuperar del todo.
      De todas formas al menos una vez a la semana procuraré ir a la biblioteca y desde allí conectarme.
      Un beso.

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  10. Me encantó tu relato en dos partes, querida Asun. La amplitud te ha permitido desarrollar muy bien la historia que, por cierto, es muy movilizante. Un gusto leerte, amiga

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    1. Yadira es un una alegría verte por mis relatos, y además me alegro de que me animes a seguir.
      Besos

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  11. Marta tu comentario es más que un halago, espero seguir así en esta línea, y espero también tus consejos, lo que se te ocurra para mejorar, yo lo haré.
    Besos

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  12. Asun, veo que al final te decidiste a escribir esta segunda parte de "Africa", me ha gustado mucho como has desarrollado la trama y ese tierno final.
    Un besazo!!!

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    1. Hola guapísima Enigma, lo escribí a continuación del primero, pero lo he acabado ahora.
      Es un relato que me gusta mucho, ya sabes aunque en todos pongamos el mismo cariño e interés, algunos nos llenan mas.
      Besos desde mi retiro veraniego.

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  13. Gracias Marta, estoy desconectada, pero vengo de vez en cuando a la biblio a echar un vistazo.
    Beso

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