Hoy parece que ella tiene la voz todavía más dulce que ayer. Por eso la
contraté, su musicalidad podría amansar a las fieras. Y así ha sido.
Los tigres forman filas indias para
recibir su comida, guardando riguroso turno. Los leones usan champús y
mascarillas para su melena. Las jirafas lucen originales gargantillas o
collares de bisutería, según la ocasión y día. Las cabras montesas tienen sumo
cuidado con sus brincos, no vaya a saltárseles el esmalte de sus pezuñas. Las
focas y leones marinos emiten finos grititos muy entonados.
Ella
está feliz, cual Blanca Nieves trotando por el bosque. Pero a mí me ha
arruinado la vida y el zoo.