Enero en Madrid era helador. La portería estaba en un semisótano, que por el lado de atrás daba al patio de luces. ¿De luces? nunca entendió que se llamara así, todo era gris en esa casa y en su vida, desde que acabó la guerra.
Domingo ya tardaba. Esperaba no tener que salir a buscarle a “los caracoles”.
Demonio de hombre. Había trabajado tres días esa semana en una obra de la calle Ave María. Ella se enteró por la Manuela, la portera de la calle de la Fé. Así que ahora estaría gastándose las pocas pesetas en vinos y caracoles.
Se sentó mirando al aparador. Reparó en el libro: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, ¿a quién le interesaba? Un papel se escurrió de entre sus páginas, un billete de cinco pesetas y otro y otro. El bueno de Domingo, “¿así que esta es tu hucha?”
Se echó la toquilla por los hombros y se fue a la plaza y según llegaba pensó “¡qué diantres! nada de morcillo, compraré una col y patatas. Mejor me paso por donde Maruja y me merco aquellas medias y un pañuelo nuevo pa la cabeza y un jabón de olor, y…”
Asun®4 de abril de 2014
Un relato con aires de ayer, que todos recordamos, un desglose ligero de costumbres y un final conciliador con las mujeres. Un abrazo artista.
ResponderEliminarAsí es Ester, un pasado no muy lejano y de tiempos muy difíciles.
EliminarGracias por lo de artista, en ello estoy humildemente.
Besos
Me ha gustado tu relato, que también me ha traído antiguos recuerdos. Abrazos
ResponderEliminarAunque no hemos conocido esa época, todos hemos oído historias parecidas en nuestras familias.
EliminarBesos
Un relato nostálgico con final feliz.
ResponderEliminarFinal feliz dentro de lo que cabe, ese día ella se dio unos caprichos al menos.
EliminarBesos
Con cierta ojeada al pasado, un relato muy lindo.
ResponderEliminarBesos dulces.
Eran esos tiempos de tanta penuria, donde todo era gris.
EliminarGracias por venir a leerme.
Mucha suerte en tus proyectos y muchos besos
Buen gusto de boca me dejas amiga
ResponderEliminarbesos
Gracias, en esta ocasión ha tocado un recuerdo de nuestra pasado cercano.
EliminarBesos
Aunque los tiempos sean duros, cuando aparece la oportunidad hay que darse un gustito. Asun un micro de época que me ha gustado.
ResponderEliminarSaludos.
Claro que sí, Beto, pero está por ver si ella finalmente emplea el dinero en eso, o recapacita y lo hace en algo más práctico.
EliminarBesos
sun, me has hecho viajar en el tiempo y enm el escenario y también en la historia. Muy bien construido y lleno de sentimientos bien contados.
ResponderEliminarAbrazos y la ilustración sencilla y llena de sugerencias. Me gusta. Suerte en ENTC y en todo.
abrazos
Para mi es un trocito de historia casi personal, un poco aderezada. Pero son cosas que escuchaba a una tía de mi padre.
EliminarBesitos.
Un bonito relato! Trae recuerdos de otros tiempos con un bue final. Un abrazo. Me ha gustado tu espacio. si no te importa me quedaré por aquíque te visite
ResponderEliminarEncantada Inés, este relato es un poco poner por escrito lo que hemos oído a nuestros mayores, historias que cuando nos las contaban nos parecían un aburrimiento, y ahora comprendemos su importancia.
Eliminar