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l viejo seguía pescando.
Desde que había descubierto su
vocación tardía, no quería hacer otra cosa. De nada servían las palabras de sus
hijos, ni los consejos de los médicos. Pero comer solo lo que pescaba suponía
no estar bien alimentado, e invertir tantas horas sentado en esa absurda tarea,
estaba acabando por anular sus piernas.
La pequeña comitiva caminaba con
paso decidido por la residencia de ancianos. La formaban dos médicos, tres
enfermeras, los dos hijos y los hijos de estos, nietos del anciano.
Ya en el comedor se acercaron a él. Allí estaba,
con su plato de sopa, pescando fideos,
uno por uno. Llevaba ya dos horas en la faena, había pescado 25. Todo un
récord, dado su avanzado parkinson. Ayer en todo el día consiguió 30. Los cuales
tenía convenientemente dispuestos en una servilleta de papel con la fecha. Eran
sus trofeos.
Al verlos entrar se alegró mucho
y les mostró orgulloso el ejemplar tan grande que acababa de sacar del
amarillento océano de caldo.
— Llegáis justo a tiempo, venga
hacedme una foto.
Orgulloso, cogió el trocito de
pasta con sus dedos, lo puso a la altura de su cara y sonrió para inmortalizar
el momento.
Asun©14 de abril de 2014
Que pena. El relato es estupendo, tiene gancho y conduce tranquilamente al final, pero el final es desgarrador. Un abrazo guapa
ResponderEliminarMujer el anciano era feliz con su nueva ocupación, y todos los demás solo querían su bienestar. Era muy afortunado de tener tanta gente que le quería.
EliminarBesos
Asun, como siempre, perfecto....la escena no puede estar mejor descrita... No lo puedes ver pero yo también estoy sonriendo. Un beso fuerte, y ya sabes que aquí tienes una admiradora, que cada día lo es más.
ResponderEliminarGracias Belén, no te imaginas lo que significa para mí.
EliminarPorque ya se sabe lo que se dice, casi nadie es profeta en su tierra, vamos que casi siempre los más cercanos son los que menos aprecian tus cosas.
Sin embargo soy afortunada.
Un beso enorme.
Este Relato no lo mejora Hemingway.
ResponderEliminarCada día escribes , que nos lleva a leerte mas y mas.
manolo
Gracias, pero en fin, no quiero hacer sombra a Hemingway... es broma claro. Fue un juego que me propusieron y acepté.
EliminarAbrazos
La felicidad del viejo era la inquietud de su entorno..., ¡menuda contradicción!
ResponderEliminarMuy bueno
Un saludo
JM
Juan, pues así es casi siempre, somos felices y a nuestro alrededor siempre están preocupados.
EliminarEn este caso con razón, el anciano necesitaba que cuidaran de él.
Besos
El principio escrito con un estilo inmejorable, y el final, a pesar de la situación, inesperado y simpático. Muy buen trabajo, Asun.
ResponderEliminarGracias Alberto. Disfruté mucho contigo ayer, y estoy deseando empezar tu libro, aunque creo que se me ha adelantado mi marido.
EliminarBesos grandes
Buen relato, me gusta el final, por cierto buena foto o pintura que nos dejas ENTC. Un beso Asun y buen fin de semana
ResponderEliminarGracias Ramón, la ilustración de ENTC es un óleo sobre lienzo (que bien suena) de dimensiones pequeñas. Ahora descansa en el fondo del armario, con otros cuadros que voy pintando. Pero me ha dado muchas satisfacciones el que JAMS me diera la oportunidad de ilustrar el mes de abril.
EliminarBesos
Es un un micro muy tierno. Ágil, entretenido pero con un punto amargo. Felicidades por el micro y por tus pinceles. ¡Toda una renacentista! Saludos
ResponderEliminarBueno David, si que tengo muchas inquietudes, quizá como los renacentistas. Pero hoy el tiempo no cunde tanto, y es difícil encontrar un hueco para lo que de verdad nos gusta.
EliminarBesos
Escenas algo habituales en estos centros,la vejez en toda su crudeza. Buen relato.
ResponderEliminarBesos
Así es la vejez, pero dentro de su crudeza tenemos que ver el lado amable.
EliminarBesos Julia.
Muy bien contada la historia, si ellos son felices porque hemos de pensar todo lo contrario. La escena es muy visual,con esos fideos nadando en el mar de sus deseos.
ResponderEliminarHace tiempo Asun que no pasaba por aquí, pero de ahora en adelante mis visitas serán mas frecuentes .
Besos
Puri
Estas disculpada Puri, el tiempo no nos da para todo, y yo misma estaba un poco alejada de mis blogs.
EliminarBesos bien grandes
Muy bien contada la historia, si ellos son felices porque hemos de pensar todo lo contrario. La escena es muy visual,con esos fideos nadando en el mar de sus deseos.
ResponderEliminarHace tiempo Asun que no pasaba por aquí, pero de ahora en adelante mis visitas serán mas frecuentes .
Besos
Puri
Estas disculpada Puri, el tiempo no nos da para todo, y yo misma estaba un poco alejada de mis blogs.
EliminarBesos bien grandes
Y qué manía, pues que dejen que se entretenga el viejo.
ResponderEliminarAbrazos Asun.
Claro, en realidad él era muy feliz. Pero ya se sabe los que le quieren se preocupan.
EliminarBesos Miguel
Amiga, por lo que explicaste en FB tengo entendido que fue un reto y en mi humilde opinión creo que lo sácate muy bien. Tomando el título reconocido y haciendo una historia que nada tuviese que ver con el original. Es muy creativo y con un final que no esperábamos. Ya veo como has avanzado. Me encantó leerlo.
ResponderEliminarMuchos besos
Justo ese era el reto a partir de un título conocido universalmente, escribir una historia totalmente distinta. El verdadero reto fue que con la Semana Santa estuve fuera y lo tuve que dejar hecho en un par de días.
EliminarPero estoy contenta con el resultado, me parece divertido.
Un beso bien grande, Susana.
Da pena, la verdad, la situación del hombre que describes, pero por otra parte es feliz con su nueva ocupación y está rodeado de personas que le quieren. Cuánto en tan pocas palabras.
ResponderEliminarMe ha gustado leerte.
Un abrazo.
Gracias es inevitable que se pierdan ciertas facultades al envejecer, pero este anciano está rodeado de cariño, así que lo tiene todo.
EliminarGracias por tu visita y comentario.
Besos