La llegada del otoño es siempre para mi, repentina e inesperada. Algo totalmente ilógico, pues desde la más tierna infancia hemos aprendido las estaciones de año: Primavera, Verano, Otoño e Invierno.
Pero es inevitable, de repente un día me levanto con una oscuridad inusual, es la hora de todos los días y aún no ha amanecido. Y los árboles del parquecillo de enfrente de casa se mueven en una danza alocada muy distinta a esa perezosa quietud a la que me habían acostumbrado durante la canícula.
Salgo a la calle y mis pies todavía casi descalzos en las sandalias veraniegas, notan una desagradable humedad, ha empezado a caer una mansa lluvia, mansa pero fría, y sus gotitas se clavan como diminutos alfileres en la piel, que añora la calidez del sol y su caricia festiva.
A media mañana, compruebo que no solo se ha nublado el día, sino mi ánimo, parecen haberse apagado las luces de la fiesta, y los ecos de las risas despreocupadas y veraniegas, son ya solo ecos.
El alma se encoje un poquito sobre sí misma y suspira satisfecha, ya ha aceptado el encuentro con la sosegada tranquilidad, un poquito melancólica, que le trae la nueva estación. Y se despereza respirando el aire fresco inundado de nuevos olores, a lejanas tierras mojadas, y se abre a nuevos sonidos, los de hojas que caen lentamente y crujen bajo pisadas rápidas.
La llegada del otoño, es siempre para mi repentina e inesperada, pero es como la vuelta a casa después de largos meses de viaje, no recordabas lo mucho que te gusta estar allí, pero cuando has llegado no sabes como pudiste estar lejos. Igual que la llegada del otoño, no recordaba sus sensaciones, pero en cuanto me envuelven, se cuanto las echaba de menos.
Asun© 26 de septiembre de 2012
Cada estación es un mundo, y el otoño no iba a ser menos...un besote.
ResponderEliminarFibo, tienes mucha razón, pero hay se identifica mas con unas estaciones que con otras, cuestión de carácter.
ResponderEliminarUn beso para ti también.
Amiga Asun; estoy seguro que no es muy frecuente, pero a mi hay dos estaciones que me encantan: la primavera y el otoño.
ResponderEliminarBesos
Jose Maria pues a mi lo que me encanta es ver a amigos como tu en cualquier estación del año. Jose Maria, tengo que decirte que en absoluto me he olvidado de ti, aunque no te deje comentarios, visito tus blogs, y por cierto te pediría que elimines esas famosas letritas que hay que identificar para que el comentario se grabe. Son, en mi opinión odiosas.
EliminarMuchos besos y no dejes de pintar y de escribir.
Hay que disfrutar a tope de cada estación, ver lo bueno de cada una es lo mejor que podemos hacer. El otoño es mi favorita, es cuando más leo y cuando más quedo con los amigos y amigas para tomar un café y charlar.
ResponderEliminarUN BESITO, ME QUEDO POR AQUÍ.
Ana es verdad que el otoño se presta a esas tardes de café, y si son en compañía mucho mejor, pero yo necesito la luz y la caricia del sol, si no me apago un poco, como los días.
EliminarUn beso y te visitaré también.
Has expresado magistralmente los cambios en esta estación y tu estado de ánimo frente a los mismos. Una maravilla. Para mi, primavera y verano me deleitan. Un abrazo
ResponderEliminarAlma yo también prefiero primavera por su explosión de colores y verano por su luz. Pero todas se pueden vivir con fuerza y eso es lo que debemos hacer, además hay tiempo para todo, verdad?
EliminarBesos.