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martes, 24 de junio de 2014

Recepción Real

Luego, si se fijan, acaban arrancando esa hilacha de su pantalón. Y todos se fijaban, ya que al llegar a la recepción ya llevaba media pantorrilla al aire. Mientras la reina cumplía con el protocolo de saludar a dos o tres personas del “pueblo llano”.
Una rata de alcantarilla bailando claqué encima de la mesa presidencial de un banquete de bodas, no se habría sentido tan fuera de lugar como él, en aquél momento.
Su graciosa majestad le ofrecía su mano y su mejor sonrisa. Él le ofreció su medio pantalón y su mejor reverencia.




 Asun©20/06/14


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