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jueves, 15 de noviembre de 2012

El nuevo juego de María


  María estaba en el sillón jugando a vestir a sus muñecas. Se trataba de muñecas de papel, primero las había recortado y luego con mucho cuidado había recortado también sus vestidos, teniendo en cuenta no estropear esas dos pestañitas que sobresalían en todos ellos y servían para doblarse por los hombros y cintura de la silueta de modo que se sujetara y produjera la sensación de haber cambiado de ropa.



     Pero aunque este juego le gustaba muchísimo, y además hacía sus propios vestidos y conjuntos para toda ocasión imaginable (su muñeca tenía un equipo de tenis, un vestido para el cole, uno de domingo, pantalones largos, pantalones cortos, camisones o pijamas, equipación para esquiar, jerséis, gorros de lana y bufandas a juego, abrigo…) hoy decidió que ya no jugaría mas con sus recortables.

     En su lugar corrió a la cocina y le dijo a su madre que necesitaba un bolso.

    Teniendo en cuenta que María tenía 6 años, a su madre le impresionó la petición. Pero le hizo gracia su insistencia y buscó uno de ella misma en el armario.

     María lo cogió encantada y se fue de nuevo al sillón y con el bolso a su lado ocupando el cojín siguiente, comenzó a simular que conducía.

     Su madre que no salía de su asombro, pues como era natural en los años 60, ellos no tenían ni siquiera coche,  y le parecía un tanto insólito que su niña dejara de lado a sus muñecas para hacer algo propio de un muchacho.

     Le preguntó a qué estaba jugando, y ella dijo:

- No estoy jugando mamá, ya soy mayor, y voy conduciendo mi coche, que tengo que llegar pronto a mi trabajo en la oficina.





Asun ®15 de noviembre de 2012