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miércoles, 25 de enero de 2012

Un hotel muy especial

Un hotel muy especial.

“Queridos compañeros:

Os escribo una carta, ¿Qué antigua no? Debo explicaros que mi estancia aquí se va a prolongar algo más de lo esperado. Y como inicialmente estaba pensada para un par de días, no me traje nada más que lo imprescindible, un poco de ropa y tampoco mucha, ya que aquí pasas la mayor parte del tiempo en bata, entre baños, y sesiones de ejercicios.
Así que cogí una bolsa de viaje pequeña y no incluí mi portátil.

Además como sabía que iba a estar tan ocupada, no pensé tener tiempo, ni (perdón) ganas para ponerme delante de la pantalla. Ya que todos me recomendasteis que me olvidara de todo y me relajara lo máximo.

Sin embargo esos dos días se pueden convertir en una estancia sin fecha de salida, ya veis, se rifaba un premio y me ha tocado a mí. Y no tengo ninguna queja, todos están pendientes de que descanse, de que coma, que si vamos a andar un poquito, que unos ejercicios, que al baño… demasiado insistentes a veces, que acabo molida, y me metería en la cama y no saldría en varios días.

Tengo que daros las gracias a todos por vuestra paciencia y colaboración en el trabajo, soy consciente de que mi falta se traduce en un poquito más de tarea para cada uno de vosotros, sobre todo de vosotros tres, mi equipo, del que estoy muy orgullosa de formar parte. No me vayáis a olvidar, ni mucho menos pensar en sustituirme, sabéis que estoy aquí porque no podía rechazar la oferta y todos me habéis animado, pensando (egoístas) que volvería muy descansada y llena de vitalidad, vamos con fuerza para hacerme cargo de todo y devolveros la tranquilidad que ahora no tenéis.
Y podéis creerme si os digo que cambiaria con los ojos cerrados, tanta atención y cuidados por estar al pie del cañón con vosotros, luchando en esas interminables jornadas y comiendo esas raciones rápidas en el bar de Amador, mientras, apresuradamente, resolvíamos los problemas del mundo o virtualmente poníamos en marcha cualquier negocio con grandes perspectivas de éxito.

Aquí es todo el mundo muy agradable, no piensan más que en hacerte la estancia lo mas cómoda posible, rayando en el agobio y la pesadez, algunas veces. Los horarios, son los horarios, bueno lo que ya os he comentado, no lo voy a repetir.

Sin embargo estoy conociendo gente muy interesante, de todo tipo, se ve que es verdad que “estos hoteles” están muy solicitados, no hay más que recordar la lista de espera que tienen siempre.
Así cuando regrese tendré que programar varias visitas, correspondiendo a invitaciones que amablemente me están haciendo, y que independientemente de los grandes lazos de amistad que estoy trabando, pueden resultar muy interesantes, pues me llevarán por toda la geografía de España, ya que la fama de estas instalaciones y de su personal atrae a gente de cualquier punto.
De cualquier punto, y de cualquier condición, desde los más humildes (entre los que me cuento) y otros de muy distinta categoría. Pero todos interesantes e iguales de importantes en su calidad humana. Por ejemplo cuento ya con la amistad de un bombero y sus hijas, dos preciosidades jóvenes y ocurrentes, siempre con ganas de reír y rebosando vida, vida que de alguna manera nos regalan con su presencia. Y sobre todo he conocido un fantástico médico, que además debe ser un fuera de serie en su campo, ya que viaja por todo el mundo de quirófano en quirófano y ofreciendo sus aportaciones en conferencias. Y a mí me tiene un especial cariño, y me trata con muchísimo cuidado, entre algodones me tiene.

Por cierto, os dejo, que viene este que os digo, el eminente médico. Parece que está todo preparado. A esta fiesta que me llevan ahora, no me hace mucha gracia acudir, sé que mañana no me acordaré de nada y estaré en condiciones lamentables.

Un beso a todos y espero veros muy pronto.”


- Vamos, vamos, que todo va a salir bien, seguro que esta intervención va a ser la última. Anímate y piensa que en poco tiempo, por fin podrás abandonar el hospital. Ahora vas a contar despacito desde 100 hacia atrás, mientras notas una ligera somnolencia.

- Cien, noventa y nueve, noventa y ocho, noven…